La ley de creación de la AVL del 2 de septiembre de 1998 nace del
propio dictamen del CVC. Lo único que han hecho los parlamentarios es
darle formato de ley.
Se ha buscado y abusado de las ocultaciones, ambigüedades,
indefiniciones, falacias, insinceridades, subterfugios y circunloquios
lingüísticos tanto en el texto del dictamen del CVC como en la ley de
creación de la AVL para inducir diversas interpretaciones y no clarificar
la comprensión del contenido.
El resultado final es simplemente el resultado de las negociaciones y
pactos entre el PP y el PSPV-PSOE con claros motivos electorales y
políticos, y no el resultado de un estudio riguroso y objetivo sobre el
tema.
Podemos extraer del análisis sintético los siguientes 9 puntos:
1. Nombre del organismo:
sabemos que nace un nuevo organismo valenciano
normativizador de no sabemos que lengua (AVL- Academia Valenciana de la
Lengua).
2. Nombre (denominación) de la lengua
: aquí se establece la primera
despersonalización de la lengua valenciana, pues se establece la no
exclusividad del nombre estatutario idioma valenciano en el ámbito
institucional autonómico. Eso supone una vulneración
(1) a la denominación
estatutaria: lengua valenciana / idioma valenciano, porque la positivización
de una denominación es per se excluyente. A partir de ahora se permitirá el
uso oficial de la denominación catalán en todos los ámbitos.
3. Origen de la lengua
: no reconoce al idioma valenciano como seña de
identidad privativa de los valencianos, sino compartida con otras
autonomías. Subordina e incluye encubiertamente el valenciano en el catalán,
del cual forma parte. Eso también va en la línea de la decisión unos meses
antes (12 de mayo de 1997) del IEC de incluir entres sus competencias
normativas y académicas, al valenciano
(2). En este sentido, la proposición no
de ley del Parlamento del Estado del 20 de mayo de 1997 declaró al
valenciano como una de las denominaciones del catalán.
4. Codificación ortográfica (normativización):
a)
Se reafirma, ratifica y asegura la expansión oficial de las catalanas normas
del 32, y las posteriores versiones de las cuales dice que "son el referente
básico...(de las que) no se puede prescindir...se tendrán que preservar y
enriquecer", discriminando por omisión tanto las valencianas normas de
Fullana como las anteriores y posterior propuestas ortográficas, incluso las
actuales normas ortográficas de El Puig, propuestas por la sección de lengua
y literatura de la RACV, a pesar de ser esta una normativa oficializada
durante el gobierno preautonómico
(3) y en las diversas áreas de
responsabilidad que UV ha desempeñado tanto en la administración
autonómica como en la municipal en los últimos años. Se dio, en parte,
justificación al continuismo, evitando cualquier cambio en la política
lingüística de la Generalitat que ejerció el PSOE y que lleva ya 5 años
practicando el PP.
b)
El dictamen, la ley y todas las actas previas, están redactadas siguiendo las
normas del IEC -Instituto de Estudios Catalanes-, contradiciendo "la
tradición lexicográfica, literaria y la realidad lingüística genuina
valenciana·" que dice pretende respetar. El propio señor Consejero Josep
Boronat lo hizo constar desde un principio:"Me opongo a la redacción de la
carta y anexos en que se envía pues no reconoce a la lengua valenciana".
c)
El nuevo organismo que se propone crear, encargado de normativizar, es una
parafernalia y una "pantomima" porque no niega y excluye relaciones de
subordinación respecto al IEC, dejando una gran puerta abierta en este
sentido
(4).
5. Solución impuesta y visión unilateral
y por tanto, incompleta, de la
problemática lingüística y de la realidad actual. No se ha atendido a ninguna
de las propuestas valencianistas, ni tampoco se ha hecho mención de la
última y gran manifestación popular sobre el conflicto lingüístico, la del 13
de junio...nada de nada. Nunca hay una única solución al cualquier
problema, no se han de ignorar las alternativas posibles. No se ha tratado el
conflicto lingüístico valenciano en todas sus dimensiones y desde todos los
puntos de vista
(5).
6. Objetivos indefinidos y confusos
que han conducido a un dictamen
igualmente confuso, de redacción perversa y tendenciosamente engañoso.
Nunca se orientó la cuestión hacia la apertura de líneas de solución al
conflicto lingüístico valenciano, más bien se boicoteó sistemáticamente
cualquier análisis y diagnosis efectivo de ese conflicto
(6).
7. Mucha presión política
hubo en todas las sesiones del CVC (7). El grupo
mayoritario catalanista recordemos que fue capaz de hacer dimitir a un
consejero, de los pocos capaces de poner paz, Monseñor Juan Antonio Reig
Pla, obispo de la diócesis Segorbe-Castellón, que estaba en el Consejo como
único representante de las diócesis valencianas que es valenciano y que usa
habitualmente el valenciano. La prensa valenciana recogía la noticia:"El
Obispo Reig dimite del Consejo Valenciano de Cultura por los ataques y
descalificaciones del PSOE, UPV, EU y Bloc"
(8). Según el mismo declaró:
"Con estas actitudes de desconfianza se hace imposible el cumplimiento de
la regla de actuación que me propuse, ni se respeta a las personas ni
tampoco se muestra interés por la verdad...me propuse respetar a todos y
buscar sinceramente la verdad con el fin de llegar a un acuerdo satisfactorio
sobre el tema de la lengua".
8. Endogamia
previsible y preocupante en la AVL, pues a los 21 miembros
iniciales les sucederán por cooptación de los componentes todos los que
vengan después, creándose un círculo viciosos controlado casi
exclusivamente por el grupo mayoritario inicial, previsiblemente catalanista y
que tenderá al uniformismo. No está asegurada ni la pluralidad ni la necesaria
discrepancia. Por el tipo de política catalanista que puso en práctica el PSOE
y ahora continúa el PP, los ámbitos académicos, de las letras y de la
enseñanza, de los cuales procederán los futuros miembros de la AVL, son
proclives y partidarios del paradigma catalanista.
9. Se dio cobertura a la censura
de cualquier otra normativa y de sus usuarios.
De esta manera no se conseguirá mas que agravar el problema lingüístico,
forzando a una nueva y dramática división de los valencianos entre los
seguidores de la ley y los transgresores de la ley (ilegales).
1. En este mismo sentido se pronunció el único magistrado del Tribunal Constitucional
y presidente del mismo, D. José Gabaldón López, en su voto particular a la sentencia
del 27 de abril de 1997:"...Al contrario del argumento utilizado, no constituye en
esta cuestión la LRU el único limite a la autonomía universitaria sino que lo es
claramente el Estatuto de Autonomía... entiendo que deberíamos haber desestimado el
recurso de amparo."
2. Levante, 13/5/1997:"Se reconoce que la lengua catalana también tiene en Valencia
el nombre de valenciano". Levante 8/8/1997.
3. Desamparados Cabanes Pecourt, Consejera de Educación, "Información sobre la
introducción del idioma valenciano como asignatura obligatoria en los planes de
estudio de las enseñanzas medias y básicas en la Comunidad Valenciana (1982/1983)".
4. El peligro que comporta, iniciado este camino, es que el Instituto de Estudios
Catalanes sería quien tendría todas las cartas en la mano para ir, paso a paso,
haciendo desaparecer el valenciano sin oposición posible.
5. Las Provincias, 25/5/1999. El PSPV dice: "Esta es la única via para superar el
conflicto lingüistico".
6. Voto particular de Lleopolt Penyarroja y Xavier Casp.
7. Las Provincias, 26/6/1998.
8. Las Provincias, 20/2/1998.En su columna diaria, Mª Consuelo Reyna se expresaba
en el mismo sentido."PSOE, UPV, Bloc y EU, más su entorno mediático, han
montado una campaña en toda regla para desacreditarlo".
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