Alguno que otro miembro del Partido Popular, como Calomarde, ya ha reconocido
públicamente que se presentaron a las elecciones con un determinado programa cultural
(1) que sólo no se ha cumplido sino que ha sido
arrinconado (2).
Al PP se le votó para que cambiara las cosas, para que
practicara otra política cultural y educacional.
El PP critica a todos los demás la utilización partidista de la lengua para
situarse como único salvador y guardián de la misma. Contra el PSOE, por
boca de Tarancón dice públicamente
(3) que mediante los libros de texto, han
conseguido distorsionar la realidad de la Identidad valenciana, y que el
compromiso del PP con la Lengua Valenciana pasa por no imponerla
(4); y
ahora digo yo: a) ¿por qué practica una política lingüística continuista?, b)
¿no resultan contradictorias estas últimas palabras cuando después de todas
sus presiones a los miembros del CVC, van y crean una AVL, que en su carta
fundacional tiene implícita una imposición mediante el pacto PP-PSOE y no
un consenso?
También por boca de Tarancón, y ahora refiriéndose a la universidad, el PP
afirma que cuando se pretende tener posiciones dogmáticas se empobrece a la
sociedad (5); ¿acaso no es incoherente que después de eso
siga confiando en personas que mantienen posturas dogmáticas?
Por un lado el PP y Eduardo Zaplana acusaron públicamente a los promotores
de la proposición no de ley del Parlamento del Estado del 20 de mayo de
1997, y votaron en contra de que el valenciano sea una de las denominaciones del catalán. En este mismo sentido se pronunció el Pleno del
Consell de la Generalitat Valenciana
(6) , y por otro lado, estaban negociando
en secreto con Pujol una salida pactada y preparando la ley de creación de la
AVL que se aprobó a propuesta suya el 2 de septiembre de 1998 a favor de
que la denominación Lengua Valenciana no sea excluyente y pueda llamarse catalán.
Por otro lado, el PP en su comunicado oficial de apoyo a la manifestación del
13 de junio dice: " el protagonismo de la manifestación y el éxito de la
misma corresponden a la sociedad valenciana que ha tomado la iniciativa de
expresar públicamente su firme voluntad en defensa de nuestras señas de
Identidad, manteniendo como partido político una actitud de prudencia para
permitir que la sociedad valenciana sea la auténtica protagonista...la
autoestima de los valencianos está garantizada con gobiernos del Partido
Popular" (7) y por otra parte, simultáneamente,
estaba negociando con el IEC
cómo garantizar e imponer, políticamente, por la fuerza que da la
promulgación de una ley (de obligado cumplimiento) que garantiza "la
unidad de la lengua".
Grotesco resulta también el hecho de enviar a destacados miembros del PP
(Gil Lázaro, Pedro Agramunt, José Ramón García Fuster, Serafín Castellano,
José Cholvi, Fernando Castelló, Martín Quirós, incluso a la misma hija de
Eduardo Zaplana...) a la manifestación que se convocaba bajo el lema claro y
contundente de apoyar a las "Normas de la RACV" y a la misma RACV como entidad normativizadora
(8),
mientras tanto cuando UV las propuso
como normas oficiales en el Ayuntamiento de Valencia, el PP de Agramunt y
Rita Barberá votó en contra
(9) y unos meses después promulgaron una ley de
creación de un nuevo organismo en detrimento de la RACV que el Pueblo
valenciano y buena parte de destacados cargos públicos y orgánicos del PP
estaban secundando en la manifestación del 13 de junio .¡Una burla!
De cara a la Opinión Pública, en los medios de comunicación, el PP ha
utilizado a destacados miembros del partido y personalidades próximas como
la memoria y los escritos de Manuel Broseta, Vicent Giner Boira, Juan
Ferrando Badia, Mª. Consuelo Reyna, etc. para hacer creer un patriotismo
lingüístico que nunca ha practicado, mientras tanto, a la hora de gestionar a la
Administración Pública y medios de comunicación autonómicos, practica el
PP una política lingüística continuista, igual que la del PSPV.PSOE en los
casos en que se obliga a usar la lengua autóctona, y cuando no se ve obligado
ha procurado aumentar todo lo posible la presencia del castellano.
El caso más paradigmático de escribir una cosa y hacer otra distinta es el de
Joaquín Calomarde que cuando LP publicó el diccionario de la RACV en
fascículos, se declaró abiertamente contrario a las catalanas normas del 32 y a
favor de la RACV, diciendo del diccionario " Es un texto riguroso y
exhaustivo de utilidad clara y manifiesta"
(10). De la política lingüística que
practica el PSOE desde el gobierno de la Generalitat bajo la presidencia de
Juan Lerma, su calificativo taxativo fue el de "catalanista".
(11). Y sólo un año
después, ya como sustituto del obispo Reig en el CVC, participó como parte
activa en la redacción confusa y ambigua del dictamen del CVC en el cual
esas normas del 32 son " el referente básico, de las que no se puede
prescindir...y han de ser el punto de partida".
Ha sido, precisamente, el PP quien ha favorecido la desproporción abismal, 3
frente a 21 miembros, a favor de las tesis catalanistas en la composición del
CVC, al no reflejar la realidad social valenciana y violando, por tanto , la
voluntad general del Pueblo valenciano que no ha dejado de manifestarse.
1. En Las Provincias, 1/02/1997, reconoció: "Ha pasado el tiempo. Hoy tenemos en la
Generalitat Valenciana un gobierno claramente diferente del socialista. Sin embargo
las cosas, en este sentido, no han variado substancialmente. Debería hacerlo en una
dirección clara que me permito apuntar y sugerir de modo inequívoco. Miren ustedes: yo
estoy cansado de dar clases de bachillerato. Desde hace años es mi profesión y a ella
me dedico en la actualidad. Sobre las mesas de las salas de nuestros institutos, así
como en los correspondientes seminarios de valenciano, suelen verse mayoritariamente
textos publicados en Barcelona, por editoriales catalanas, o por editoriales
valencianas seguidoras de las primeras, tanto en lo que se refiere a las tesis
lingüísticas mantenidas como a la forma de financiación de sus ediciones (todas ellas
a cargo de la subvención pública que hasta la fecha les ha otorgado la Consellería de
Educación y Cultura de la Generalitat Valenciana). Los profesores, que los hay y más
de los que parece, que desearían poder contar en los centros de enseñanza con
materiales distintos a los que hoy por hoy tienen no pueden contar con ellos con
igualdad de condiciones que los primeros. Y el diccionario de la RACV es un buen
ejemplo de lo que venimos diciendo.
¿Han pensado ustedes lo que supondría el gesto politico, el compromiso educativo y
cultural, que permitiese que ese diccionario de la RACV (que es una obra cualificada
amplia y ambiciosa) llegase de modo regular a los centros públicos y privados de
enseñanza? De momento se rompería, fíjense ustedes en su importancia, el exclusivo
monopolio que las editoriales barcelonesas y afines tienen en la materia en nuestro
sistema de enseñanza. Es decir, se potenciaría la libertad de catedra de los
profesionales, se introduciría aire fresco y posibilidad de disponer de un material
lingüistico digno y cuidado al servicio de la enseñanza del valenciano. Se trata sólo
de pensar el modo administrativo, por parte de la Consellería de Educación, de encauzar
un gesto de liberalismo político y de sensibilidad y respeto cultural profundo".
2. J. Calomarde, "Lo que se podia decir". Las Povincias, 8/8/1997.
3. Las Provincias, 25/5/1999.
4. Las Provincias, 28/5/1999.
5. Las Provincias, 23/1/1999.
6. Las Provincias, 30/4/1997.
7. Extraído de "Les claus del pacte de la llengua"
8. Según discurso pronunciado en la Plaza de América de la Ciudad de Valencia, como
colofón de la manifestación del 13 de junio de 1997.
9. Levante, 10/11/1991.
10. Las Provincias, articul de opinión, 1/3/1997.
11. Las Provincias, 1/3/1997. Articul de opinión: El diccionario de la Academia.
Calomarde afirmó: "..lo que hizo (el PSPV-PSOE) fue seguir fielmente y sin cortapisa
la normativa que, a tal efecto, imponía el Institut d'Estudis Catalans. Esa normativa,
propia del catalán, fue la utilizada por nuestras universidades e institutos a la hora
de utilizar libros de texto para la enseñanza del valenbciano, así como para hablar de
la cultura propia de los valencianos...ha sido imposible que cualquier otra forma de
entender y comprender la lengua tuvieses reconocimiento oficial."
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